PLANTILLA
| Trabajando en Seguridad Funcional: La Gestión de las Competencias del Personal II |
Debemos reconocer cuán
importante es el tema de la seguridad funcional y la tendencia de procesos
productivos utilizando tecnología cada vez más compleja; sistemas de seguridad
con mayores rendimientos y migraciones de funciones de seguridad mecánicas a unidades
con controles electrónicos. Pero, trabajar en seguridad funcional es algo más
que un trabajo rutinario, es una integración entre la comprensión de las normas
relacionadas, la gestión y planificación de un ciclo de vida de seguridad, y el
manejo de parámetros relacionados con la seguridad en varios niveles.
La norma de seguridad
funcional para la industria de los procesos IEC 61511 establece que las
organizaciones que tengan responsabilidad de una o más fases del ciclo de vida
de seguridad del SIS deben desarrollar y disponer de un mecanismo para
gestionar las competencias de su personal. Los involucrados en alguna de las fases del ciclo
de vida de seguridad de los SIS deben ser competentes para realizar las
actividades de las que son responsables, y ya sabemos que la competencia va más
allá de la formación técnica para adquirir conocimientos, implica el
entendimiento de la operación del SIS, la comprensión de procedimientos y
prácticas de trabajo, así como, comportamiento, actitudes y habilidades para
asumir responsabilidades.
Un sistema de gestión
de competencias involucra políticas, procedimientos y prácticas diseñadas para
desarrollar, medir, mantener y mejorar continuamente las competencias del
personal dentro de una organización. Es necesario analizar la naturaleza de la
actividad y definir criterios medibles, según los cuales evaluar o juzgar el
desempeño de cada persona. A las tareas específicas de cada actividad se les
debe atribuir un criterio de competencia, ofreciendo una visión de la forma
correcta de realizar una tarea, las habilidades técnicas, conocimientos y
atributos personales requeridos por cada rol.
Al definir el perfil de
competencia mínimo que debe ser cubierto por cada rol, se puede asegurar que
los trabajadores tienen los atributos necesarios para realizar sus tareas;
incluida la posibilidad de demostrar a reguladores, auditores y, en ocasiones a
clientes, que las competencias del personal se están gestionando de forma
efectiva.
Así, es posible evaluar
de forma individual las capacidades de cada integrante del equipo, y si cumple
con el perfil especificado, la persona se considera competente para el rol en
particular. En caso que la persona no cubra las competencias requeridas, no
podrá ser asignada a esa tarea y será necesario un plan de capacitación para
desarrollar su potencial. De igual forma, si una persona demuestra un nivel de
competencia más alto que el requerido, debe ser considerado en futuras
evaluaciones.
Como
vemos en las situaciones descritas a continuación, cualquier actividad
relacionada con la seguridad funcional que sea realizada por personal con
conocimiento limitado, sin la experiencia adecuada o una actitud displicente,
puede resultar en sistemas con una integridad de seguridad inadecuada:
- Análisis
de peligros y riesgos sin la identificación adecuada de escenarios peligrosos y
estimación inadecuada del riesgo (con riesgos mayores a los que realmente
pueden ser tolerados) o la generación de recomendaciones que no son necesarias.
- Identificación
inadecuada de capas de protección independientes (IPL) durante las sesiones de LOPA,
resultando en una estimación errónea del nivel de integridad de seguridad (SIL)
requerido.
- Omisión
de parámetros claves en el desempeño del sistema; por ejemplo, tiempo de
actuación de la función instrumentada de seguridad (SIF), durante la
especificación de los requerimientos de seguridad.
- Falta
de conocimiento sobre el tratamiento que debe ser aplicado a las IPL consideradas
en el diseño para garantizar la reducción de riesgo que debe ofrecer cada SIF.
- Instalación
y/o calibración inadecuada de equipos o instrumentos asociados al sistema
instrumentado de seguridad (SIS) por desconocimiento del personal encargado.
- Degradación
del desempeño del SIS por falta de comprobación de las premisas de diseño
durante la operación y mantenimiento o incumplimiento de los plazos estimados
de pruebas.
- Modificaciones
en las condiciones de proceso, hardware, software, procedimientos, etc. sin
evaluar el impacto sobre la integridad de la seguridad del SIS.
Es importante comunicar
efectivamente las deficiencias encontradas al evaluar el desempeño - debemos
proporcionar una visión clara de qué competencias se necesitan, evitar la sobrestimación
de habilidades y promover medidas de capacitación - debido
a que, dada la relación entre cada actividad, las tareas que no se realicen de
forma apropiada pueden afectar la seguridad a nivel global.
Nuestra meta debe ser
reducir la probabilidad de que se pase por alto un desempeño deficiente, permitir
que se tomen medidas que eviten el deterioro de las potencialidades de cada
integrante del equipo y garantizar la mejora continua del sistema de gestión de
competencias.